La compra de un coche de segunda mano conlleva riesgos que a menudo no son visibles a simple vista. Ya no solo al cliente final, si no también al compraventa que lo adquiere con anterioridad.

     El kilometraje, el estado del motor, la suspensión y la historia del vehículo son solo algunos de los aspectos clave que deben verificarse antes de cerrar una compra. Hoy en día, muchas empresas, tipo Need Car Help, ofrecen verificaciones a domicilio desde unos 200 euros, lo que parece una opción rápida y accesible. Sin embargo, la efectividad de estos servicios puede estar limitada por la falta de equipo especializado.

          La limitación de las inspecciones a domicilio.

     Las empresas de verificación móvil ofrecen comodidad al desplazarse para inspeccionar el coche en el lugar donde se encuentre. No obstante, estas verificaciones no siempre cuentan con los equipos necesarios para realizar una inspección exhaustiva. Por ejemplo, un elemento fundamental como el **elevador de vehículos** no está disponible en estos servicios, lo que dificulta revisar áreas clave como el chasis, los frenos o la suspensión. Sin esta herramienta, el técnico solo puede hacer una inspección visual limitada, dejando posibles problemas sin detectar.

     Además, muchas veces las empresas de verificación móvil no tienen acceso a la **historia completa** del vehículo. Si bien pueden realizar diagnósticos rápidos con dispositivos portátiles, la falta de acceso a un historial oficial o a herramientas más avanzadas puede significar que ciertos problemas queden ocultos. Por lo tanto, es difícil garantizar que el coche esté en conformidad no solo con el kilometraje o los años de uso, sino también con el estado general del vehículo.

     Otro punto en contra son las condiciones de la inspección, y aunque sigan un guion para redactar un informe, al realizar esta tareas a veces en la calle o en condiciones climáticas adversas les puede llevar a diagnósticos erróneos ya no solo por no detectar un problema si también achacarle uno que en realidad no tiene, desaconsejando una compra que en realidad es una buena unidad.

         Alternativa: Revisiones en concesionarios y talleres oficiales

     Otra opción más confiable es llevar el coche a un concesionario oficial o a un taller reconocido, como Bosch Car Service, Norauto etc… Estas instituciones tienen la ventaja de contar con equipos avanzados y personal técnico especializado que puede realizar un diagnóstico más completo y menos sensacionalista. Desde la revisión del motor y el sistema eléctrico hasta la evaluación del chasis, estos talleres tienen todas las herramientas necesarias para realizar una inspección exhaustiva.

En concesionarios oficiales, además, suelen tener acceso al historial completo del vehículo, y el informe que suelen emitir va mas allá de si la aleta trasera esta reparada, o la puerta delantera izquierda esta repintada, ya que al comprobar la integridad del chasis, el estado del motor, y la exactitud del kilometraje no entran en detalles como si la ventanilla trasera no es la original de la marca y demás detalles superfluos.

        ¿Qué opción es más segura?

     Si bien las empresas de verificación a domicilio ofrecen rapidez y conveniencia, carecen de las herramientas necesarias para realizar una inspección completa, y muchas veces adornan con un montón de paginas donde indican detalles que mas bien confunden al comprador del vehículo que los ha contratado, ya que este tipo de empresas en ningún caso te va a garantizar lo que en este informe aparece.

  Esto deja al comprador en una posición de riesgo, ya que puede adquirir un coche que, a pesar de parecer en buenas condiciones superficiales, tenga problemas ocultos o todo lo contrario, que a la hora de interpretar un informe se llegue a la conclusión de que el vehículo esta en mal estado por el exceso de micras en la pintura o tornillos manipulados etc.. y sin embargo tanto el chasis como el motor están en estado inmejorable.

 

Por otro lado, llevar el coche a un concesionario o taller oficial ofrece algo mas de garantía, ya que los diagnósticos son más precisos y profundos, aunque tampoco te van a garantizar al 100% que el vehículo esta en optimas, y por lo tanto en caso de adquirirlo y averiarse tampoco es reclamable.

     En resumen, el costo de una revisión completa en un concesionario o taller oficial es similar al de los servicios de verificación a domicilio, rondando los 200-300 euros, pero la calidad del servicio es muy superior, no obstante ninguno es reclamable por lo que mejor contar con una buena garantía del vendedor.

          El enfoque de Autológico

     En Autológico, entendemos la importancia de este proceso. Por eso, todos los coches que ofrecemos han sido cuidadosamente seleccionados y verificados a fondo. Esto nos permite asegurar que cada vehículo que ponemos a disposición de nuestros clientes está en óptimas condiciones, tanto estéticas como mecánicas.

      Cada coche ha pasado por una revisión exhaustiva, utilizando herramientas avanzadas y con el respaldo de técnicos especializados. Además, ofrecemos la posibilidad de que los clientes que así lo deseen, puedan solicitar verificaciones adicionales en concesionarios oficiales, talleres reconocidos, como parte de nuestro compromiso de transparencia y calidad.

     En Autológico, priorizamos la calidad de los vehículos y la satisfacción del cliente, garantizando que cada coche cumple con los más altos estándares de seguridad y rendimiento.

    Este enfoque garantiza que no solo estás comprando un coche usado, sino que estás invirtiendo en un vehículo que ha sido verificado y tratado con la atención que merece.